La Mariña Lucense cambia su escenario político. Esto sucede en un momento en el que el Partido Popular estaba muy necesitado de poder político en la provincia y muy especialmente en la costa. De los dieciséis Ayuntamientos que componen la Comarca de A Mariña Lucense —hoy dividida en tres—, el Partido Popular había dejado en poder de los Socialistas los tres Ayuntamientos de mayor población. Los populares seguían manteniendo, eso sí, la mayoría de los pequeños Ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, algunos de ellos como Ourol, Vicedo, Trabada, Alfoz, Xove y Lourezá son feudos populares desde el restablecimiento democrático en Nuestro País. Actualmente los Socialistas gobernaban cuatro Ayuntamientos importantes y geográficamente muy bien ubicados: Viveiro, Burela, Foz y Pontenova. Por su parte el BNG regía los destinos de Ribadeo y Mondoñedo, dos importantes ciudades cargadas de historia con una riqueza cultural muy importante. Casualmente, tanto Ribadeo como Mondoñedo seguirán en poder nacionalista durante los próximos cuatro años, si bien en Ribadeo han obtenido la mayoría absoluta, en Mondoñedo todo apunta a que los ediles socialistas apoyarán con su voto la investidura de actual alcalde.
El pasado 22 de mayo los ciudadanos de la comarca mariñana decidieron con su voto un vuelco importante y que, en algunos casos, ha sorprendido a más de un analista, me refiero lógicamente a los Ayuntamientos de Burela, Viveiro y Foz, tres Ayuntamientos con alcaldes socialistas; en el caso de Viveiro el propio Alcalde también era diputado provincial. Comentaré estos tres casos en profundidad, pero antes quiero hacer mención de dos alcaldes que no puedo pasar por alto, ya que el fruto de su gestión, aprobado por los ciudadanos, les mantiene en sus alcaldías. Se trata de los de Ribadeo (BNG) y Pontenova (PSdeG).
Analicemos, pues, estos tres Ayuntamientos —Burela, Viveiro y Foz— y que cada cual saque sus conclusiones, yo tengo la mía y trataré de exponerla. En el caso de Burela, este humilde analista tenía claro que el gobierno bipartito PSdeG-BNG perdería las elecciones. Expliquemos por qué: si a un alcalde sin autoridad, indeciso, sin formación política y poco trabajador le añadimos que su grupo —PsdeG— llevaba cuatro años descoordinado y alejado de los ciudadanos, lo único que se puede esperar es un voto de castigo en el que se puede leer perfectamente la palabra oposición.
Viveiro es un caso muy especial, merece un análisis profundo y riguroso. Teniendo en cuenta que, después de ocho años de gobierno socialista, el Partido Popular, dividido y segregado, ha presentado el mismo candidato que salió “derrotado” en las urnas hace ocho años y, a pesar de todos los procesos judiciales y acusaciones de diverso tipo, aun así, es la fuerza más votada, es a la que, bajo mi criterio, le correspondería gobernar. Claro que, para que suceda esto, algo se haría mal. Seguro que cada cual encontrará un porqué, yo mantengo el mío y me parece fundamental, veámoslo: una gran parte de los electores no perdonan al alcalde el “abandono municipal” por el poder provincial. Si a esto sumamos la falta de ordenación del tráfico y el abandono de los barrios periféricos, llegaremos a la siguiente conclusión: el Partido Popular no ganó, simplemente perdió el Partido Socialista.
Foz es la única Villa costera que no ha sorprendido a nadie, todos sabíamos que por los motivos ya conocidos, los resultados serían tal cual se produjeron. Ahí el problema no es que el gobierno no hiciese los deberes, en absoluto, creo que fue una de las corporaciones que mejor conectó con la ciudadanía durante los tres primeros años. A partir del tercero, los problemas del Partido Socialista llegaron a influir en la vida municipal de tal forma, que el propio alcalde cesaría de todas sus competencias al Concejal de Cultura, abriendo así, una brecha de malos rollos entre ambos hasta el abandono del Partido del que, según algunas fuentes, exigía la celebración de unas primarias para que los afiliados de Foz, libremente, eligiesen el candidato a su alcaldía. Las continuas batallas internas dentro del Partido Socialista y la formación de un nuevo grupo político —UNIFOZ— han sido las piezas claves para entregarle el poder, de nuevo, al Partido Popular.
Jesús Plácido Iglesias Uz