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Resposta de Ramón Acuña ao Sr. Coto

De nuevo me veo en la necesidad de salir a rebatir las palabras del Sr. Coto, aunque esta vez con el aviso de que por más que vuelva a decir al respecto no pienso entrar en su dinámica y mucho menos tratar de ofender con la duda como ahora él parece querer hacer, pero no sabe.

En principio recordarle al Sr. Coto, que mis días de política y mis gestiones están en las hemerotecas por si tiene el gusto de informarse. Solamente decirle que mis actuaciones en política estuvieron siempre motivadas con los fines lícitos del momento, los cuales suscribo en su totalidad y los volvería a repetir dado el caso.

La cuestión es que ni estamos hablando de política, él sabrá si es lo que persigue, ni de mi persona. Estamos hablando de una entidad en la que yo soy un socio más, en la que por nada del mundo me considero un salvador, solo un socio y como socio exijo que quien me representa, o dice representar sepa el lugar que ocupa e informe, por los canales que tiene para ello, a los socios y sobre todo que no pretenda engañar.

Es de justicia reconocer, como él quiere decir, que contamos con algunas ventajas con las que no contábamos anteriormente, recogidas en su programa y no entiendo que ahora reniegue de él. Pero nunca derechos Sr. Coto ya que su interés es precisamente recortar los derechos con los que cuentan los socios, incluso pretende usted sacar a concurso una parte de las instalaciones y eso Sr. Coto sí es recortar los derechos que tenemos todos los socios, ya que esto no es su finca particular, ni su empresa.

Como socio de esta entidad no tengo ni el menor deseo, ni la necesidad de acudir a esos juzgados a los que usted es tan aficionado y en la que por desgracia los socios hemos tenido que pagar las consecuencias de su nula gestión e ineficacia con respecto a la cafetería del club. No obstante voy a recordarle que sus palabras vertidas en los medios de comunicación al respecto de los apercibimientos que he recibido, según usted, sí son constitutivos del delito de difamación, pero para demostrarle que no somos todos iguales solo voy a recordarle que como socio de esta entidad me encuentro al corriente de todos los pagos, tanto de la sociedad, las actuaciones realizadas en marina seca, como la cuota de mantenimiento de la plaza de mi embarcación. No hace falta recordarle que los pagos del amarre están igualmente al día ya que están gestionados por Puertos de Galicia. Así que Sr. Coto si ha querido usted sembrar alguna duda tendrá que buscar por otro lado. Solo recordarle que esto que usted afirma, sí es algo penado por la ley.

Y puestos a decir verdades. Si es verdad que los socios no van a perder derechos, no van a pagar más por sus varadas, no van a tener problemas al realizar sus trabajos personalmente en sus barcos, van a tener cuatro movimientos del traveling y todo va a seguir igual, ¿me quiere decir el Sr. Coto que empresa náutica, mejor dicho ONG, se va a hacer cargo de la misma?.

Siendo así Sr, Coto hay que reconocer que sería usted un genio y yo por supuesto no tendría nada que añadir, por tanto debería usted de informarnos a los socios mediante una asamblea, que para eso están en los estatutos y no tener que enterarnos de sus genialidades a través de la prensa.

Mire usted Sr. Coto, ni usted con sus amenazas, ni nadie en este mundo me va a privar de mi derecho a decir, lo que tenga que decir, y más cuando por más que diga, nadie en su sano juicio le creerá nunca que una vez la marina seca pase a manos privadas las cosas van a ser como hasta ahora. Pero sin duda usted si sabe bien lo que pretende.

Hace usted un relato, a su modo, de las pasadas elecciones y menciona, sin duda sin darse cuenta el “que se ía desfacer”. Y yo hoy vuelvo a tener el presentimiento de que si este club sigue en sus manos, con su prepotencia, su poco saber estar y su incapacidad, cada día el Club Náutico de Ribadeo, está más cerca de su final.

Con respecto al “BARCO AMARILLO”, le digo lo mismo que le he dicho anteriormente y también le hemos preguntado en una asamblea, que es donde se han de aclarar estas cuestiones, y no en los juzgados que bastante los tiene usted sobrecargados de trabajo. Por tanto le vuelvo a repetir que como socio de esta entidad estoy plenamente capacitado para preguntar, solicitar, dudar y aseverar cualquier cuestión relativa a la marcha y funcionamiento de la misma, y si no le gusta que le lleven la contraria, lo controlen y le contradigan, tiene usted un grave problema ya que los tiempos de la dictadura terminaron en el 1976.

Ramón Acuña González

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