A diferencia de otras ediciones en vez de empezar la ruta por el paseo de la Marosa, cambiamos y nos dirigimos por el paseo del Cantiño, cruzar la carretera y empezar la subida al Castelo. El sol fue nuestro compañero durante el recorrido y, a eso de las 13h, comenzamos a llegar arriba y a dar buena cuenta de las primeras “cañas” para refrescarnos. El evento continuó con una comida en la carpa habilitada para la ocasión y con bailes de todo tipo amenizados por Juán “el hombre orquesta”. La fiesta remató cerca de las 7 de la tarde donde los que quedamos, fuimos desfilando camino de Burela unos y otros, a los autobuses y coches para desplazarse a sus lugares de origen.
En fin, una gran jornada de convivencia entre senderistas donde nos acompañó el buen tiempo y la más sana amistad.