El día efectivamente fue penoso, con constantes chubascos, neblinas, nieblas, etc., lo que no impidió que los caminantes hicieran la ruta fijada y la mas conocida del parque: la ruta del Monte Faro.
Un total de 7 Km. con unas vistas espectaculares y una fauna y flora que despiertan los sentidos del mas indiferente de los senderistas. En esta época del año las aves están incubando o acaban de eclosionar lo huevos, por lo que a lo largo de toda la ruta los nidos son una constante en el paisaje.
Hubo tiempo de recorrer parte de otras rutas como la del Alto de Príncipe y de disfrutar de “la mejor playa del mundo”, como así la declaró en el 2007 el periódico inglés “The Guardian”, por sus aguas cristalinas de color turquesa, su arena fina y sus bosques que llegan hasta los arenales.
Los de Pasada das Cabras llegaron de vuelta a Burela a las 10 de la noche, algo cansados por el “palizón” del viaje, pero muy satisfechos por lo visto en este día en uno de los Parques Naturales más bellos de todo Galicia.