Lamentablemente y a pesar de haber denunciado por activa y por pasiva, desde nuestro grupo, la nefasta gestión y los enormes costes que ha supuesto el desastre del hundimiento del Barrio de O Celeiriño, amén de los que se pueden derivar de los procesos judiciales abiertos, demuestran la calamitosa solución que se adoptó en todo este proceso, pues a día de hoy el problema está sin resolver, ya que se siguen pagando alquileres a personas que han sido desalojadas en el 2008, es decir seis años después, sin visos de que puedan retornar a sus viviendas, al menos a corto plazo.
Como de costumbre, quienes han otorgado una licencia con informes negativos, quienes han provocado tamaña catástrofe, quienes han gestionado esta crisis con absoluta torpeza, quienes han tenido un barrio aislado más de cuatro años, siguen sin dar solución a esta situación pues se siguen pagando alquileres, aunque solamente a cuatro de las nueve familias realojadas y se siguen pagando a pesar de las advertencias de ilegalidad por parte de la intervención municipal.
Es tal el desconcierto de los gobernantes municipales que ni han sabido ni saben cómo van a salir de este embrollo, embrollo que ha supuesto para las arcas públicas más de dos millones de euros y que solamente en alquileres de los años 2008 a 2013, superan los 200.000€, cantidad más que suficiente para la reparación de las casas desalojadas. Esta situación es tan surrealista y tan desconcertante que, según parece, a pesar del dinero dilapidado y de los trastornos producidos, incluso las viviendas de nueva construcción siguen sin cédula de primera ocupación.
Pero no acaba aquí la apatía del gobierno PSOE-BNG, un ejemplo más lo tenemos en la embarcación Pomba, que después de pagar unos 60.000€ por la mencionada embarcación, no solo no han sido capaces de buscarle la aplicación pretendida, sino que la han dejado pudrir, manteniéndola atracada en el puerto de Celeiro, constituyendo un peligro para la navegación (ya quedó a la deriva en una ocasión), pues no se le realiza ningún control ni vigilancia ni mantenimiento y para mayor abundamiento se le está pagando a Portos de Galicia, 442,94 € al mes es decir 5.315,28 € al año, en concepto de X-1 y X-2. Una cantidad nada despreciable si tenemos en cuenta que ni ahora ni después se le va a dar ningún tipo de aplicación a esa embarcación, por lo que lo más rentable sería deshacerse de la misma en la mayor brevedad y no seguir malgastando el dinero público.
Dice un refrán que “el peor sordo es el que no quiere oír”, aunque sino oyen al menos que lean y den solución de una vez por todas a estos problemas que tanto dinero han costado y están costando a los contribuyentes y dejen de escudarse en otras administraciones que ni han tomado parte en sus decisiones ni fueron ni van a ser cómplices de tan erráticas decisiones.
En Viveiro, a 1 de Octubre de 2013
César Aja Mariño