Y dicho lo anterior, como suele decirse, “vayamos al grano”. El pasado 13 de abril el Grupo Internacional de Expertos sobre el actual Cambio Climático que ya es un hecho innegable hizo pública la tercera y última parte de un amplio y documentado informe por el que lanza la advertencia bien fundada, de que solamente disponemos de 15 años para que ese temido umbral consistente en un calentamiento de dos grados más de nuestro planeta; de no evitarse el mismo, traerá trágicas y dramáticas consecuencias para todos, puesto que desde el aumento del nivel del mar, pasando por huracanes frecuentes y violentas tormentas, ciclo génesis explosivas, etc. traerían un impacto funesto en las cadenas de producción de alimentos en todos los continentes, cuyas consecuencias en toda la población mundial resultarían nefastas.
El 83 por ciento de la ciudadanía que a día de hoy vive en la tierra, aun existirán transcurridos 15 años, y ello es preocupante de no tomarse medidas de inmediato, pero los líderes que representan a los 196 países en los que viven los 7.500 millones de habitantes de nuestro planeta, permanecen mudos sin hacer nada, ni tomar medidas efectivas ante lo que se avecina, de no ponerse manos a la obra que lo impida.
Los antropólogos ya han manifestado que la diferencia entre los seres humanos y los animales, ante ese cambio climático, vaticinan que la especie humana saldrá perjudicada, pues será la que peor se adapte a esos cambios que producirá si nadie lo remedia, el anunciado con reiteración cambio climático.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) lo componen más de 2000 destacados científicos de todo el mundo y tras el primer volumen de sus amplios y documentados informes, se pronunció con nítida claridad y de una manera rotunda, afirmando que nosotros, los seres humanos somos la causa principal del ese calentamiento global, y esa conclusión es la más firme de las que emitió el citado Grupo Intergubernamental desde su creación por las Naciones Unidas en el año 1988. El detener esa carrera hacia lo que sería una meta sin retorno, implica el reducir ya desde ahora entre el 40 o el 70 por ciento de la emisión de contaminantes provenientes del uso de combustibles fósiles, tales como el dióxido de carbono, y en su lugar implantar y al mismo tiempo impulsar el mercado de fuentes de energías limpias.
Aun no pudiendo alegar ignorancia de todo lo anterior, a todas luces la gran mayoría de gobernantes –los de España incluidos-, parece ser no quieren darse por enterados, por ello llegados a ese punto, la ciudadanía estaría en todo su derecho legal a oponerse a cualquier tipo de gobiernos o de gobernantes que de facto como los actuales líderes mundiales, nos están conduciendo de forma irremisible hacia un caótico y desastroso final.
Diez países son los principales causantes de la contaminación que está produciendo el efecto invernadero que viene causando el cambio climático y de entre ellos destacan los EE.UU. y China pues estos dos países ocasionan más de un 55 por ciento de la actual contaminación.
Pues bien, en tanto en cuanto esos dos países, no frenen sus políticas contaminantes, el resto de países tales como la India y el resto de países contaminadores, España incluida, prosiguen sin frenar sus emisiones contaminantes, basándose en el siguiente razonamiento infantil: “Por qué debemos de asumir sacrificios y compromisos de reducción de emisiones contaminantes si EE.UU. o China no participan? Y mientras eso está sucediendo, hoy, aquí y ahora, aquellos que están por un cambio de políticas no contaminantes en los EE.UU., su única esperanza son las elecciones del 2016, confiando en que un nuevo presidente sea capaz de cambiar la situación actual, ya que el Senado estadounidense lo componen 100 miembros, lo que en la práctica supone que bastan 51 votos para invalidar cualquier proyecto de ley referente a combustibles fósiles que haría frenar su uso y utilización a todos los niveles.
En China, las decisiones las toma el Comité Permanente del Comité Central, del Partido Comunista Chino, el cual está formado solamente por 7 miembros que constituyen el verdadero poder en China.
Analizada la situación, y parafraseando el título del viejo filme; “El Mundo en sus manos” podemos comprobar de que el futuro de nuestro planeta tierra, si bien no está en manos de un solo hombre, pero si lo está y lo deciden solamente 51 senadores de los EE.UU. y 7 miembros del Partido Comunista Chino; es decir, en total sólo 58 personas, son las que deciden y tienen en sus manos, el futuro de la tierra y de los 7700 millones de seres humanos que la habitamos. De no cambiarse la situación, la rebelión de las masas con el objetivo de acabar con la actual situación, no solamente podría redundar en ese futuro de la tierra y de la raza humana, sino de que además sería todo un derecho y un deber de supervivencia para la humanidad en su conjunto para poder así salvar el e planeta maravillo que habitamos. Y esto que es prioritario, se está obviando, cuando no olvidando, mientras que los dirigentes políticos de turno siguen inmersos y embriagados en su poder, sin percatarse de su ineptitud. ¡Lamentable, pero cierto!
+Eduardo Andrés Domínguez Vilar
Obispo Dr. en CC. Sociales
Diócesis Iberoamericana de la A.O.C.