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Diálogos con mi gaviota en el puerto de Burela (I)

Jonás de Agromares.-Que linda está mi gaviota. ¿Se acuerdan de ella?…Sí, es aquella misma gaviota que hace ya unos cuantos años, me la prestara Richard Bach para que le mostrara la Mariña lucense, y tras permanecer a mi lado durante unos tres años, la aun muy joven y ladina, tal vez ansiosa de otros mares y horizontes de libertad, partió un día volando majestuosa por ignorados rumbos para mi, después de haber sobrevolado aquellos tres años los horizontes de casi toda la costa cantábrica; pero eso sí, fiel a su compromiso y a su amistad, lo hizo tras haber acudido cada semana, con helvética puntualidad a nuestra cita, en el antiguo faro de Burela, hoy destruido por los ímpetus de los temporales habidos, para dialogar conmigo largo y tendido, como suele decirse, “de todo lo divino y humano”. Y hoy por sorpresa esta mañana durante mi paseo matutino, por la zona del puerto de Burela donde se encuentra ubicada la Lonja, descendiendo cual raudo querubín, tomó tierra ante mi y sin más me saludó y dio comienzo al diálogo siguiente:

GAVIOTA: – Hola Jonás, ¿cómo estas?…Soy Gaviota. He vuelto de regreso.
JONÁS: – Mi blanca y querida Gaviota. Me causas la mayor de las alegrías al verte
tan crecida y tan hermosa. ¿Cuéntame como te ha ido por esos mundos
de Dios?
G. – Pues Jonás de mis plumas, ha habido de todo; tristezas y alegrías, sacrificios
y al fin el premio anhelado del éxito en mi formación académica.
J.- ¿No me digas?
G.- Si te lo digo a ti Jonás de la niña de mis ojos gavioteriles. Ya soy doctora del
alado mundo de las gaviotas.
J.- ¿Y en que te doctoraste Gaviota?
G.- En Ciencias Sociales.
J.- ¡Ahí queda eso! ¡Cuánto vales y que lista es mi Gaviota!
¿Y ahora cuales son tus proyectos Gaviota?
G.- De momento tomarme todo un año sabático, sólo para estar junto a ti y volando
por Burela y por toda la Mariña, y así poder continuar con aquellos diálogos que
tiempo ha, teníamos en el aun inhiesto y no abatido faro de Burela. ¿Lo
recuerdas?…
J.- Claro que los recuerdo Gaviota. ¿Y quien los olvidaría si en aquellos diálogos
incluso te llegaste a meter con estocada de a matar, con algunos políticos de esta
zona de la época?…Espero que ahora regreses más calmada y no vuelvas a las
andadas; ¿o sí?
G.- Jonás; yo estoy siempre calmada y soy la dulzura y la ternura personificada.
J.- Y al terminar la frase, Gaviota puso carita de no haber roto nunca un plato en su
vida de ave, tal vez con la pretensión de que la creyera, y lo hice, pues se que en
el fondo, Gaviota carece de malicia, y ella sólo cuenta y comenta lo que su vista
alcanza a ver desde su privilegiada posición que le dan sus vuelos de altura,
mientras que nosotros los mortales, tenemos que conformarnos con la prosaica
visión que nos ofrecen los caminos de la vida, desde nuestro asentamiento de a
pie firme en tierra. He ahí la gran diferencia.
G.- Tú lo has dicho Jonás; he ahí la gran diferencia.
J.- ¿Y hoy, tras las sorpresas y alegrías de nuestro reencuentro, ¿de que me vas
hablar, Gaviota cotilla de mis entretelas?

G.- Uffff, podría comenzar con un montón de temas, pero no deseo apabullarte y me
administraré y organizaré un poquito.
J.- ¿Recuerdas sobre que trató tú último diálogo conmigo hace unos años?
G.- Sí; versó sobre el filme, “La caída de los dioses” y el zapaterismo.
J.- Ahora seguro que con la que está cayendo, hoy me hablaras de los “chorizos” que
se han dedicado a la política.
G.- Hoy de chorizos no, en tal caso, te hablaría sobre el caso del último de ese tipo de
embutidos y que no se denominaría chorizo, sino “espetec”.
J.- Observo que sigues igual Gaviota. Mucho doctorados y muchas vainas, pero no has
cambiado. Deja ya tus ironías y tus indirectas tan directas Gaviota; ¿no ves que
alguien podría enfadarse?
G.- Pues que se enfade o se enfaden ¡caramba!. Me importa un comino. Es su
problema. Y sobre eso que acabas de decirme de que no he cambiado, yo sí que he
notado un cambio en Burela.
J.- ¿Cuál?
G.- El de las farolas, Jonás
J.- ¿De qué farolas me hablas Gaviota?
G.- No te hagas el “longuis” conmigo Jonás, porque precisamente tú sabes muy bien
a que farolas son. Me estoy refiriendo a esas endebles farolitas antiestéticas que
han puesto en Burela, tan endebles cual frágiles bailarinas de ballet a las que
tuerce y doblan los vientos del nordeste que suele soplar en Burela.
J.- ¿Qué pasa con esas farolas Gaviota?
G.- Pues que esas farolas, no se le ocurriría instalarlas ni aun a aquel a quien se le
ocurrió asar la manteca.
J.- Creo que te equivocas, esas farolas a las que te estas refiriendo se le ocurrió
instalarlas a todo un señor alcalde.
G.-¡No me digas!…¿A qué alcalde Jonás?
J.- A don Alfredo Llano, el ex –alcalde de Burela por el PSOE; y en la actualidad
concejal de la oposición en el mismo Concello y además Diputado Provincial
por el PSOE en la Diputación Provincial de Lugo.
Gaviota, me parece que andas un poquito despistadilla.
G.- Para, para el carro Jonás. ¿No te referirás al Alfredo Llano el que ha publicado
estos días en “Crónica 3 A´Mariña” una especie de articulo-comunicado con el
título de “TRANSPARECIA”?
J.- Sí, es ese mismo político. Acertaste Gaviota.
G.- Pues si es así, querido Jonás, no ando tan despistada como tú re crees, ya que
para tú información, en tan sólo unos días que llevo por la zona tras mi regreso
del país de la civilización que se ubica en el continente Americano, a esta mi
querida Galicia ubicada en país de la piel de toro en el Continente Europeo de la
cultura; repito, pese a ese corto tiempo, ya me cantan los oídos de las gestiones y
fabulas milagreras –que no milagrosas- de del referido ex – alcalde y político del
PSOE.
J.- Que retórica te has vuelto Gaviota. No hace falta tanto rollo para decir que has
regresado del país de la civilización del chicle y de la Coca-cola, al país de la
cultura sito en la vieja y culta Europa, aun cuando a la Merkel le queden dudas si
este país no está en África.

G.- A lo que iba Jonás, por eso de la “Transparencia”, me creí en un principio se
trataba de algo concerniente al vidrio; pero no, me equivoque, pues una vez leído
el mismo, pude comprobar que se trataba de política barata demagógica de tres al
cuarto.

J.- No me digas eso Gaviota.
G.- Pues si te lo digo Jonás, porque a estas alturas de la peli, y políticamente hablando
claro esta, opino y presumo que es preciso todo un alarde de desfachatez y sin
sentido, el pedir cuentas a otro político, por los motivos y razones por los cuales lo
ha hecho el político de referencia, por variadas razones.
J.- ¿Dime algunas como ejemplo Gaviota espabilada y avispada?
G.- Pues precisamente porque dicho político en cuestión en más de una ocasión hizo
caso omiso y dejó sin responder a determinados escritos a él dirigidos, los cuales
fueron debida y legalmente presentados en la Casa do Concello de Burela, y
alguno de esos escritos a los que me refiero, me constan y se que poseen el
correspondiente número de registro de entrada, añadiendo y presumo, de que no
procedía en modo alguno ese chulesco y prepotente silencio administrativo que
dio en su día el personaje que nos ocupa, a esos escritos, en un alarde que omito
calificar, pues de hacerlo tendría que utilizar palabras demasiado duras, para
calificar debidamente algunas facetas de la muy pésima gestión del ahora flamante
Diputado Provincial a quien me he referido. ¿Enterado ya de una vez
Jonás?….¡Que no te enteras “Contreras”!
J- Cálmate Gaviotita del alma, te van a calificar de ser antiPSOE o antisocialista, si
continuas con tus criticas para con el ex – alcalde al que te refieres.
G.- Nada de eso Jonás; quienes me conocen en mi mundo gavioteril, y también en el de las miserias humanas, saben de sobra que yo no soy anti de ningún partido, porque bien sabes tú amigo del alma, de que “yo no soy de ningún partido; yo soy Gaviota de una pieza entera”, como dijo en su día “El viejo lechuzón de Salamanca” el gran don Miguel de Unamuno; lo que si soy, es demócrata de verdad convencido, y probado luchador en su tiempo en pro y a favor del advenimiento de la democracia en España, y por haber sido y ser todo eso y un poquito más, va implícito y conlleva eso sí, el no ser de ningún tipo de gaviotas arribistas, trepas o cambia chaquetas, etc. y en consecuencia no ser de ningún modo “sociolisto”, sino antisociolisto, tenga la filiación que tenga, políticamente hablando el “sociolisto” de turno en cuestión, y además te recuerdo también por si lo ignorabas, de que en cierta ocasión, denuncié ante los tribunales de justicia a un conocido ahora ex – alcalde del PP “de cuyo nombre no quiero acordarme” y a su empresa. ¿Vale tío? Así que Jonás de mi vida, no me acuses veladamente de parcialidad, sino más bien de lo contrario; de imparcial, ya que no te olvides que tal cualidad de imparcialidad, va inherente a esa visión panorámica que desde las alturas, hemos logrado adquirir los seres alados, dejando así atrás la prosaica visión de los caminos, la cual en más ocasiones de la necesarias, ha ido contaminada por esos intereses personalistas y caciquiles que, siempre han caracterizado la ineptitud política de gestión, de los mediocres de turno.
J.- ¡Vale, vale Gaviota!, no te me pongas sabiendo y cambia de rollo, por favor.
G.- Quien tendría que cambiar tanto su rollo político demagógico, es el ex –alcalde que
te he citado, en lugar de andar cambiando las anteriores farolas de Burela que te
mencioné al principio de nuestro diálogo, por las esperpénticas actuales debiluchas
y feísimas farolitas de m…., ya que a las anteriores y excelentes farolas, lo único
que había que cambiarles, era sus lámparas por otras de menor consumo; pero no,
el Ex – alcalde en cuestión, en lugar de hacer eso como era lo lógico, normal y
prudente, lo que hizo fue sustituir unas buenas farolas por otras de calidad muy
inferior y para colmo en esas nuevas farolas aludidas, les puso lámparas de igual
consumo que las que tenían las farolas de buena calidad sustituidas. ¡El colmo de
los colmos del desacierto y del despilfarro más grotesco! ¿Y para eso le sirvió a

tan ahora reivindicativo exigente pedidor de cuentas municipales aquel Plan E de
Zapatero?…Ya de por si el referido Plan E, fue todo el una verdadera chapuza más
a lo Zapatero y una completa caca de principio a fin, que c en el caso que relato el
Plan E, puesto en manos de un alcalde como Llano, logró “iluminar” Burela de
forma tan “adecuada” como la que te he relatado.
J.- ¿Quieres parar ya de una vez con tus criticas Gaviota?….
¿Has vuelto sólo paraeso?…Me estoy enfadando.
G.- No te enfades Jonás. Te prometo que no te volveré a mencionar lo del cambio de las
farolas de Burela, ni de su autor y ejecutor.
J.- ¿Me lo prometes Gaviota?
G.- Te lo prometo Jonás; de verdad que no te hablaré más de las farolitas de ballet
referidas; pero eso sí, puedo hablarte de otras cositas, como por ejemplo de ese
montón de piedras o cantos rodados, dispuestas como si realmente fuera en jardín
Zem, pero que no lo es y que están depositas frente al Centro de Salud de Burela;
piedras que fueron traídas desde el Sur de España, como si aquí no tuviésemos
toneladas y toneladas para dar y tomar de piedras similares, y que por las que pagó
aquel desgobierno del caótico y nefasto bipartito “made in PSOE-BNG” de tan triste
memoria y que desgobernó el Concello de Burela en la pasada legislatura, la
friolera cantidad de….
J.- No sigas Gaviota. No sigas.
G.- Vale Jonás. No digo la cantidad, por si las burelesas y los bureleses se enfadan por
dicho despilfarro, así que la cantidad de lo que costó el jardincito Zem de marras,
que lo diga el ahora Diputado Provincial señor Alfredo Llano, o bien que se lo
pregunten o se lo digan a él en un Pleno Municipal. ¿Vale?
J.- ¿Te habrás quedado descansada Gaviota con todo lo que has largado hoy por tú
pico?
G.- ¿Estas enojado conmigo?
J.- ¿A ti que te parece Gaviota?
G.- No se.
J.- Anda márchate ya, porque me parece que ya está bien por hoy.
G.- No ha sido mi deseo enfadarte Jonás. ¿Quedamos para dialogar otra vez la semana
próxima?
J.- Vale Gaviota. Quedamos.
G.- ¡Adiós Jonás! Y cuídate mucho.
J.- ¡Adiós Gaviota! Y cuídate tú igualmente de tanto pajarraco suelto que vuela por
ahí no sea que te desplumen
J.- Y nada más terminar mi frase de despedida, Gaviota movió sus alas, y poco a poco
fue elevándose lenta y majestuosamente; y al verla tan linda y feliz, no pude
evadirme de sentir cierta enviada, porque Gaviota, una vez criticados sin ningún
tipo de maldad ni pizca de malicia, debido a esa nobleza suya de ave, en la que no
tienen cabida ningún atisbo de odio ni rencor humano, así pura y siempre
inmaculada, con esa mirada de no haber roto nunca un plato, Gaviota ya en las
alturas, parecía embriagarse de esa paz serena que sin duda debe de producir la
inmensidad de los cielos, y así al irse elevando y alejando cada vez más y más,
Gaviota desapareció de mi vista, dejando en lo más profundo de mi ser un grato y
placido sentimiento de libertad, justicia y paz.

Jonás de Agromares

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