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Galicia, las oposiciones y la regeneración

Diego Vigil de Quiñones Otero.- “Excelentísmo Señor Presidente do Consello de Estado
Ilustre Señor Delegado de la Xunta de Galicia en Madrid
Ilustre Secretaria Xeral da Asemblea de Madrid
Excelentes e Ilustres Señores presentes
Miñas Donas e meus Señores

Quero comezar as miñas verbas en galego (logo proseguirei en castelán), agradecendo á Casa de Galicia a acollida que nos prestou para presentar o libro Opositar: reto y oportunidad. Nos inicios de todo estudante, os centros culturais aos que acudir a escoitar conferencias ou presentacións de libros, ou a ver exposicións, teñen un gran papel. No meu caso concreto, a casa de Galicia, á que acudín por primeira vez aos 13 anos coa miña familia (pois son fillo e neto de galegos), foi un lugar onde recibín moito. Especialmente durante os primeiros pasos desta, baixo a Dirección de Francisco Diaz Rey e José Antonio Ferreiro, e máis tarde cando o Catedrático de Dereito Civil Ramón López Vilas se fixo cargo da Dirección, anos que coincidiron coa miña carreira de Dereito e nos que a presenza de conferenciantes xuristas, tróuxome aquí varias veces con compañeiros de clase. Aquí coñecín en persoa por vez primeira ao Presidente Fraga, ao Cardeal Rouco Varela, ao mestre de Dereito Civil Luis Diez- Picazo, ao economista e Académico José Terceiro.

O tema que hoxe nos congrega creo que ten un grande interese para Galicia, non só porque a maioría dos coautores son galegos, senón tamén porque as oposicións constitúen e constituíron en Galicia unha opción de estudos, un camiño cara a unha saída profesional, de moito máis arraigamento que no resto de España. Mentres Galicia apenas representa o 8% do total de España en poboación, case a cuarta parte dos altos funcionarios do Estado que gañaron unha oposición son galegos, entre eles os Sres. Romay Beccaria e Onega aquí presentes, o Presidente Rajoy, ou Presidente do BBVA Francisco González.

Por outra banda, as condicións socio- económicas actuais, fan que Galicia (especialmente nas provincias de Lugo e Ourense) sexa o primeiro destino de moitos Xuíces, Rexistradores e Notarios. Localidades como A Fonsagrada, a Pobra de Trives, Viana do Bolo, Becerreá, Carballino, Bande, Celanova, ou Quiroga, están afeitos a ter un “recén aprobado” como Xuíz, Rexistrador ou Notario, que en moitas ocasións é o profesional ou funcionario máis novo do pobo.

Más allá del interés gallego, habría que plantearse qué aportan las oposiciones a la actual situación de España y de la juventud española. Según las opiniones más autorizadas, la situación de crisis institucional y económica en que vivimos, tiene una honda raíz en toda una crisis humana y moral, que se concreta entre otros aspectos en el decaimiento de la cultura del esfuerzo, en la falta de aprecio por el mérito o en el empobrecimiento intelectual a todos los niveles.

Frente a ésta situación, las oposiciones son como un jardín intacto en una aldea arrasada por jabalíes. Un amigo siempre dice que en la época de la inmediatez, opositar resulta contracultural. La etapa de cambios vertiginosos que nos caracteriza no es, hay que reconocerlo, el mejor caldo de cultivo para unos estudios que normalmente requieren entre 4 y 10 años de preparación. Recientemente, el Catedrático de Economía de la Empresa de la Universitat Pompeu Fabra, una de nuestras grandes autoridades en Economía Institucional, Benito Arruñada, decía en un tweet que el problema es que nuestros jóvenes no han sido educados para posponer la gratificación. Las oposiciones implican una posposición de la gratificación, suponen esfuerzo y mérito, y desde ese punto de vista, son un puerto seguro desde el que promover una regeneración moral como la que algunos intelectuales comienzan a demandar, cuando se cumplen cien años de aquella generación del 14 que quiso contagiar optimismo en las posibilidades de España.

Ahora bien, como certeramente ha ido desgranando Javier Gomá, el autor del prólogo cuya tetralogía de la ejemplaridad ve mañana la luz, todas las personas vivimos en una red de influencias mutuas en la que los ejemplos juegan un gran papel mostrándonos las posibilidades de la vida. Si las oposiciones fuesen una historia o una teoría, serían incapaces de mover a regeneración alguna. Sin embargo, las oposiciones se encarnan en los opositores, jóvenes de carne y hueso, palpables y cognoscibles, cuyo ejemplo es capaz de mostrar las posibilidades de virtud que la oposición requiere. En ésta proximidad del ejemplo radica el que sea habitual que hijos de funcionarios sigan el camino de sus padres y opositen: no es que las oposiciones sean endogámicas como algunos piensan. Lo que pasa es que si tú no conoces a nadie que haya ganando una oposición, si no le ves como vive, es muy complicado que te sientas llamado a opositar. Y en esto los pueblos gallegos son la prueba que niega que haya endogamia, pero que confirma que es el ejemplo concreto el que mueve: siempre ha opositado gente de orígenes diferentes, algunos muy modestos y de gran mérito, por la facilidad que ofrecen los pueblos de conocer de forma próxima a un alto funcionario.

Sin embargo, en las sociedades urbanas de masas puede ocurrir y de hecho ocurre que las oposiciones son una actividad a la que le falta publicidad, y de la que a veces sólo tienen conocimiento los directamente implicados. El libro que ahora presentamos ofrece a estos efectos un contenido interesante al alcance de cualquiera: el testimonio vital de 35 personas que dan fe de que han podido, lo cual recuerda a un hastag que ha movido a toda la afición deportivista un año entero: #PODESE. Si los autores pudimos, otros pueden. Por mi parte confieso que, cuando allá por los primeros años del siglo me plantee opositar, pensé que si los nacidos en los setenta que cursaron EGB, BUP y COU como yo podían aprobar, los de los ochenta no seríamos menos. Así ha sido. El libro pretende ofrecer a la generación de la LOGSE y del Plan Bolonia un ejemplo válido también en el siglo XXI y presentar un modelo que ofrece muchas posibilidades para el bien común. Animo por ello a leerlo tanto a potenciales opositores, como a cualquiera que quiera conocer o difundir el tema (el papel de los profesores es muy importante a éste respecto), pues encierra, además de una información valiosa, un conjunto de historias y anécdotas edificantes y entretenidas.

Moitas gracias.”

Diego Vigil de Quiñones Otero,
ex -Rexistrador de Ribadeo

Discurso do acto de presentación do libro “Opositar: reto y oportunidad” na Casa de Galicia en Madrid.

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