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“As Cruces” en Arante

Como suele ser, el interés de esta celebración no radica en la ceremonia religiosa en sí, sino en revivir, una vez más, ese episodio histórico que esta en el origen de esta tradición.

Y con el fin, de analizar la transcendencia del mismo, daré unas pequeñas pinceladas sobre las circunstancias que rodearon este levantamiento popular, cuantificando los datos para valorarlos en su justa medida.

Recordemos muy brevemente los momentos previos, en Mayo de 1808, el pueblo español se levanta contra la ocupación francesa, la falta de previsión de los franceses, junto con el apoyo, por propio interés, de los británicos a nuestra causa, traen consigo las primeras victorias, Vimeiro, Bailén…., a partir de aquí y motivado por la reacción francesa, llegan las derrotas y con ellas el pánico por la llegada de Napoleón.

Esto provoca la retirada en desbandada del ejercito inglés hacia La Coruña, por Astorga y el Bierzo, bajo el mando del general escocés, Sir John Moore, y detrás muy cerca, los restos del ejercito español de la izquierda bajo el mando del Marqués de la Romana.

En su huida, emplearon la nefasta táctica de “tierra quemada”, para desabastecer a los franceses, quienes remataban la faena con lo poco que quedaba.

A primeros de Diciembre, Napoleón, recibe a la altura de Astorga, despachos urgentes de París con noticias alarmantes, el rearme austriaco y las maquinaciones de Taylleran y Fouché, que le aconsejan emprender su retorno a Francia, encargando continuar la persecución al jefe del 2º cuerpo del ejercito, el Mariscal Soult, que sería apoyado en caso necesario, por el 6º cuerpo del ejercito del Mariscal Ney.

Precisamente este último, es el encargado de ocupar las provincias de Ourense y Lugo, y debería hacerse cargo de Galicia, cuando Soult continuase hacia Portugal.

A finales de Enero entraron en Mondoñedo las tropas de Ney, bajo el mando del general Francisco Fournier, no encontraron oposición y decidieron establecer allí una especie de cabeza de puente, desde donde enviaron tropas a Ribadeo y Viveiro.

El 25 de Enero, 150 soldados de caballería parten hacia Ribadeo, por el camino hicieron todo tipo de abusos, maltratos, saqueos…con el fin de someter y atemorizar a la población.

La junta Patriótica local, salió a recibirlos a la puerta de la villa en actitud claudicante y sumisa, con el fin de no irritar al invasor y evitar males mayores.

Los Franceses se asentaron en el convento de las Clarisas, desalojando a las monjas, para establecer su cuartel.

El nivel de exigencias,la actitud insultante, junto con los excesos cometidos, provocaron un gran malestar en las gentes de Ribadeo.

Mientras tanto al otro lado de la Ría del Eo, se aposentaban las tropas españolas bajo el mando del nefasto y recientemente ascendido general Worster, que llegando tarde, pretendían cumplir con el encargo de apropiarse de los almacenes de vestuario y alimentación, que custodiados por la guarnición del castillo de San Damián, unos 25 soldados, disponían en Ribadeo.

Alentados por la presencia de las tropas nacionales y deseosos de vengar sus ofrentas, los vecinos de las parroquias de Ribadeo (Arante, Cedofeita, Cubelas, Ove) y de Trabada (Sante, Balboa, Vidal), liderados por el Alcalde mayor de Sante, el hidalgo D.Melchor Díaz de la Rocha, deciden emboscar al enemigo en su camino de regreso a Mondoñedo.

Y para ello situaran las fuerzas disponibles, unos 300 vecinos voluntarios armados con alguna que otra escopeta y aperos de labranza , en puntos estratégicos de los 2 posibles caminos de vuelta: por el puente de Arante, donde se apostaron unos 200 y por el camino viejo de Lorenzana, a la altura del Pazo amurallado de la Quintalonga, donde se distribuyó el resto.

El día 29 de Enero, los franceses emprenden el regreso, encontrándose por sorpresa con los vecinos apostados en los altos del camino de Nª Sª del Puente, cayendo abatidos 5 soldados y 3 caballos, retirándose a Ribadeo sin causar bajas en nuestras fuerzas.

El día 30 de Enero, realizan un nuevo intento, esta vez como era previsto, por el camino viejo de Lorenzana que transcurre a la derecha del mencionado pazo, y como iban un tanto escamados, en esta ocasión solamente logramos herirles a varios soldados, matar 1 caballo y apoderarnos de otro, obligándoles a retirarse nuevamente a la villa del Eo.

Estas victoriosas escaramuzas animaron a muchos otros a apuntarse voluntarios, reforzando las lineas.

El día 31 de Enero agobiados por la presencia militar española al otro lado de la ría, los franceses, a la desesperada deciden pasar a cualquier coste, y aunque ya no existe el factor sorpresa a favor de la resistencia vecinal, los encontronazos previos habían elevado la moral y el numero de fuerzas considerablemente.

El choque fue muy fuerte en esta ocasión, provocando la muerte de 19 jinetes franceses y múltiples heridos en ambos bandos, logrando huir hacia Mondoñedo los restantes en desbandada.

El día 1 de Febrero, teniendo noticias de la retirada de los gabachos, y dando una vez mas muestras de su actitud excesivamente cautelosa, por no decir cobarde, Worster bombardea Ribadeo desde San Román de Figueras.

El día 2 de Febrero ante la ausencia de respuesta se deciden a cruzar la ría, y es cuando entre otros sucesos, tiene lugar el avergonzante y brutal asesinato de D. Raimundo Ibáñez, Marqués de Sargadelos, acusado de participar de la actitud de la junta Patriótica de Ribadeo, de la que formaba parte, y su digamos inhibición, fue la excusa que estaban esperando sus poderosos enemigos, de la nobleza y clero, para acusarlo de ” Afrancesado” echándole la chusma encima.

Y después de inutilizar el castillo de San Damián, valientemente se retiraron a la otra orilla de nuevo, sin auxiliar para nada a los vecinos sublevados.

Durante los días 3 y 4 de Febrero en el libro de Difuntos de la Parroquia de Cubelas, están recogidos las muertes de 2 campesinos, Josef Díaz y Manuel Rodríguez, posiblemente como consecuencia de las heridas sufridas en los días previos o fruto de alguna escaramuza con soldados extraviados.

Los franceses sabedores del efecto llamada que podía provocar esta revuelta, deciden aplastarla a toda costa y el día 5 de Febrero regresan a Arante, con el grueso de sus tropas, unos 2000 soldados de infantería, destrozando la linea defensiva en pocos minutos y provocando la huida de los voluntariosos parroquianos.

Según reflejan los libros parroquiales los franceses causaron las siguientes bajas:

CUBELAS: 3 campesinos (Simón Rodríguez, Antonio Martínez y Pedro López Palmeiro) y 1 hidalgo (D. Francisco Villapol).

ARANTE: 2 campesinos (Juan Rico y Josef Fernández) el día 5, mas otro el día 6 por consecuencia de heridas (Juan Gutiérrez).

CEDOFEITA: 1 campesino (Pedro López) 1 campesina (Angela López) y 1 hidalga (Dª. Josefa de Soto).

Las tropas retomaron Ribadeo, causando según las distintas fuentes , la muerte de 1 mujer, 1 anciano de 80 años y mencionan un ” muerto de un fusilazo”, no sabemos si es el mismo, pero yo solo encontré referencia a 1 marinero muerto (José Díaz).

También murió un sargento francés repentinamente, posiblemente de un infarto.

Las soldados permanecieron en la Villa hasta principios del mes de Marzo, momento en que decidieron reagruparse en Mondoñedo.

Por tanto, si nos ceñimos a la magnitud de la cifra de muertos y al final del levantamiento, este episodio apenas debería tener importancia mas allá de lo local, pero si somos capaces de ver lo verdaderamente trascendente, la actitud heroica de un pueblo ante un ejercito invasor , esta vez sin distinción de clases, comprenderemos el porque de su recuerdo.

Y aunque el incendio pretendido con la revuelta se quedo en un simple conato, los rescoldos permanecieron encendidos en nuestra memoria, y el viento de la noticia, provocaría la aparición de nuevos focos por todo el País, que acabo con la expulsión definitiva de los franceses apenas 6 meses después.

VIDAL MARTÍNEZ-SIERRA LÓPEZ
Diputado del Parlamento gallego
Ex-Alcalde de Lourenzá

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