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El canto del nuevo faro de Burela: “Ahí estás…”

Juan de Veragua.- Hace un año la furia del Christina,
con la fuerza de sobrehumano ímpetu,
que le dieron los vientos y la mar,
al faro de Burela derribó,
dejando huérfano del símbolo amado,
al pueblo que en bandera y en blasón,
unido a su histórico Torques, orgulloso lució.
Tal vez por eso, al sentirse tan querido,
el viejo faro se negó a morir,
y hoy, a poco mas de un año transcurrido,
de tan aciago y doloroso día,
aquí en Burela, no sin cierto asombro,
vemos el fruto de una gran gestión,
que fue la de un alcalde de esta tierra,
que viendo el viejo faro derruido,
como hijo de Burela decidido,
haciendo alarde de empeño y tesón,
consiguió que el añorado faro,
al año y unos meses de su muerte,
y como si fuese el ave fénix de esta tierra,
a la vida volvió donde un día cayó.
Y para asombro de propios y extraños,
en la misma roca de la Peña de Burela emergió.
Porque una ministra y eficaz gestora,
que siendo gallega, comprendió el clamor,
de un pueblo esforzado y marinero,
que tanto a su faro en falta notó.
Aquel su tan querido faro,
del que celoso el Christina,
un día a Burela le privo.
Y es que esa ministra eficaz y gallega,
al instante al pueblo de Burela comprendió,
y con urgencia hizo lo posible,
para que este pueblo, volviera a tener,
su querido faro, pleno y esplendoroso;
idéntico en todo, al faro anterior,
y que otra vez, alegre y festiva,
Burela luce en su azul bandera,
y noble blasón.
Y pasado el año, del nefasto día,
En que el viejo faro, sólo sucumbió;
hoy con alegría ven los bureleses,
no sin cierto asombro,
que su hermoso faro de siempre y de ahora;
el faro ave fénix; faro de Burela,
ya alumbra de nuevo,
muy firme y sereno en el horizonte.

¡Y hasta tal punto, es la semejanza,
de este nuevo faro con el viejo faro!,
que cuentan algunos, con ceño muy serio,
tiene el espíritu del faro anterior,
y que en esencia es el mismo faro,
que al ser tan querido por los bureleses,
se negó a morir.
Y así de ese modo, quiso seguir siendo,
heráldico símbolo de un pueblo sin par,
en cuya bandera y escudo pregona
en la compañía del viejo Torques,
que Burela es, ese pueblo noble,
de hoy y de siempre, y de eterno ayer.
Es tal vez por eso, por lo que comentan,
por todo Burela, viejos bureleses,
que ayer por la noche; noche de San Juan,
– santo y fiel patrón,
de la Cofradía de los Pecadores,
que fundada fue, tiempo ha en Burela-,
esos viejos dicen, pudieron oír,
algo parecido a una melodía;
o tal vez quizás, algo semejante,
al mítico canto de una sirena,
cuya procedencia, dicen sin dudarlo,
era proveniente de este nuevo faro,
que inhiesto y firme ya tiene Burela.
Y afirman seguros que se percibió,
que al salir la luna mirarse en el mar;
el faro asentado en la firme roca,
de Peña Burela; juran y aseguran,
no sin cierto asombro,
que muy claramente se pudo escuchar,
proveniente dicen, que del nuevo faro,
bañado esa noche, por luna y estrellas,
cuando de repente comenzó a fluir,
una melodía romántica y dulce,
y muy semejante, al canto profundo,
sonoro y hermoso, lleno de nostalgias,
que un enamorado, a su enamorada,
comienza a cantar, y que en esta ocasión,
la canción del faro, en noche serena;
noche de San Juan,
mirando a Burela, con mágico tono,
se puso a cantar una melodía que decía así:

“¡Ahí estas!; inhiesta, industrial, marinera…
Emerges de un pasado; ignoto…de leyenda;
de culturas y pueblos y de un saber hermético,
que ha escapado a la Historia.
¡Ahí estas!; evocando recuerdos,
de un ignorado origen que se fundió en el tiempo,
con ecos de lo cósmico.

¡Ahí estas!; preñada de misterio ingente y milenario,
que emana de tus castros y se encierra en tus rocas.
¡Ahí estas!; así hoy, toda festiva y plena,
en esta noche clara, de versos, y de luna;
de leyenda de castros; de pasión y misterio…
¿Qué fuiste en otras épocas de lejanos pasados,
envueltos en albores de inefables arcanos?….
¿Qué destino aferraste o que misión te dieron,
aquellos habitantes que poblaron tu suelo,
con virtudes de ancestros que dioses parecieron?…
¿Proyectas en tu Cabo, rayos de fuerza intensa,
que fijan una ruta por todo el Universo?…
Yo se que hay en tus genes, un algo ultraterreno;
algo muy diferente; algo de otras fronteras,
y de cuyos enigmas eres tú señal cierta.
Y hoy de progreso plena, eres tu en Occidente;
un hito…una palabra, que con mágica esencia,
dices glorias pasadas, vestida de presente,
en tu suelo de siglos que con abrazo fuerte,
de ti enamorado, el mar custodió siempre.
¡Ahí estas!; en pleno siglo veintiuno,
y al propio tiempo anclada en hermoso pasado.
¡Eres crisol de razas!…¡Tierra fecunda y fértil!,
que portas una antorcha con luz de amaneceres,
unida a la espiral de eterno y de infinito;
legado y testimonio de un destino sagrado.
¡Eres mensaje de antes que ha llegado al ahora!
¡Eres pueblo constante en medio de la vida,
que se pierde en el siempre y proyecta en la aurora!
¡Eres perla iriscente y esmeralda de verdes,
que se torna en topacio, y tras ruta de un sol,
de rojo atardecer, se convierte en rubí,
cuando muere la tarde!
Tu eres todo eso, mi Burela sin par,
música de trabajo; Fraternidad y Paz.
Hoy que he vuelto a la vida, para esparcir mi luz,
quiero vivir cautivo junto a tu lado así.
Y en las noches de luna te cantaré mi amor,
de faro enamorado, igual que lo está el mar.
Y erguido; remozado…reconstruido ya.
Te seguiré sirviendo, cual guía de verdad.
Y por siempre a tú lado estar hasta el final,
del tiempo de los tiempos; hasta la eternidad.”

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