Dos pulmones son Celeiro y Covas (Misericordia,Cantarrana …), la 1ª motor económico y la 2ª donde reside y disfruta, gran parte de población.
Oeste de la Ría. Necesita mobiliario urbano como bancos, esculturas creativas (Material reutilizado). Mejora de aceras secundarias. Depósitos de basura acordes, limpieza más asidua. Radialización de servicios administrativos implantando oficinas locales ( Previsón o similares). Lavado de cara del paseo o depurado de arena de la Playa de Covas. Áreas para animales domésticos. Algún evento cultural. La apertura peatonal a calas como Rol, San Xoán o valorar As Covas y A Insua. Tienen 116 Negocios y es hogar de muchos ciudadanos y turistas. Grallal, fue coto independiente hasta 1595, con un rico patrimonio.
En el caso de Celeiro no hay más que ver como tiene Ortigueira a Espasante da gusto verlo. Hay que proteger y rehabilitar su casco, hacerlo atractivo y habitable, con bolsa de viviendas baratas, ¡Ayudas públicas, que ni se piden! Un plan de embellecimiento. Facilitar que se monte un hotel mariñeiro. Aprovechar el tema Mar como modo de vida, innovando. Hace años tenía cerca de 40 comercios y casi 20 conserveras .Con un lado industrial, hay decenas de naves o almacenes vacíos que podrían generar empleo. Y la guinda su historia, uno de los primeros hospitales de peregrinos, Sta. Ana, centenarias fábricas de salazón o un castillo de la armada en la Atalaya.
Apoyo a empresarios y vecinos, que demandan espacios más acogedores. Cosas fáciles, factibles que se traducen en calidad de vida y progreso. Cuidarlas es visión de futuro.
Extensible a más sitios: Verxeles, Lodeiro, Vieiro, Celeiro, Boimente, Galdo, Magazos, Xunqueira, Area… Hígado, Páncreas, Venas… Docenas de vestigios arqueológicos. Aquí el reloj del tiempo se paró, necesitan mejoras inmediatas, servicios básicos, carecen hasta de saneamiento. Olvidados, estos casos ya son tragicómicos, dan para escribir una trilogía de terror…
Atenderlos no perjudicaría al casco urbano de Viveiro, lo fortalecería. Su centro es una joya gallega y un cuerpo humano tampoco puede vivir sin Corazón.
Antonio Lage-Seara