Site icon Crónica3.com A Mariña

“Morriña de todo”, por Carmen Cruzado

Vamos camino del mes de reclusión, de confinamiento, de recogimiento, de penitencia, de la pérdida de nuestra libertad por culpa de un virus que ha puesto el mundo patas arriba.
El tiempo va pasando y a estas alturas una ya tiene morriña de todo: de familia, de amigos, de entrar, de salir, de pasear, de achuchar, de admirar el Cantábrico (al que siento tan cerca y tan lejos), de recorrer el litoral mariñano apreciando toda su salvaje belleza, del bullicio de los bares y de los restaurantes, de entrar en las tiendas a comprar, de ir al cine, al teatro a un concierto… Morriña de reír a lo loco y por cualquier tontería, sin tener que pensar en que hay miles de personas en todo el planeta que lo están pasando muy mal por culpa de un virus casi incontrolable, de llorar porque me da la gana y no por tener los sentimientos tan a flor de piel, que es lo que te pide el cuerpo un día sí y otro también desde el pasado 15 de marzo.
Morriña de conversar, de escuchar, de compartir la vida misma, de sentir el caminar de la gente por las calles, de ver los parques llenos de niños y de niñas, de imaginar las conversaciones de viejos amigos en cualquier banco, morriña de tapear, de visitar mercados… Sinceramente a estas alturas tengo morriña de todo lo cotidiano.
El día que nos permitan salir a la calle sin miramientos propongo que lo celebremos por todo lo alto, porque la vida es maravillosa a pesar de todos los pesares. Creo que este tiempo nos ha servido también para reflexionar sobre la importancia de las relaciones humanas, sobre la importancia de un saludo, de un gesto, de una mirada, de una llamada, de un whatsapp… Cuando podamos abrazarnos con normalidad será para festejar y para digerir que por fin se hizo la luz, se hizo la libertad y volvemos a la vida.

Carmen Cruzado (periodista)

Exit mobile version