A mis ochenta años, habiendo pasado por situaciones muy críticas, como una huelga de controladores de la circulación aérea, en febrero de 1981, en los momentos en los que se estaba jugando el futuro del país, como puso de manifiesto el golpe de Estado intentado pocos días después, el 23 del mismo mes, hoy , además de un sentimiento de orgullo y gratitud a una Ciudad que ha querido a mi hermano Enrique , hasta proclamarlo hijo adoptivo, me embarga el temor y el temblor que le atenaza a uno en las grandes ocasiones.
Esta emoción y temblor emanan, sin duda, de la responsabilidad de anunciar la Semana Santa de Mondoñedo y convocarlos a todos ustedes a participar en sus actos: liturgias y procesiones, una materia en la que estoy muy lejos de ser experto, porque mi perfil de ingeniero y economista, dedicado a lo largo de casi toda su vida profesional a la organización y a la dirección de empresas e instituciones, no me ofrece la base adecuada ni los conocimientos específicos propios para pronunciar el Pregón de Semana Santa. Mi disertación sólo puede centrarse en el homenaje a la Semana Santa de Mondoñedo y a esta querida hermosa ciudad de poetas, escritores, pintores, escultores y músicos eximios, bien dotada, como decía uno de sus más ilustres hijos, de panes, agua y latines.
Recogimiento, silencio, reflexión, piedad, humildad, austeridad, participación popular en las procesiones, alto valor cultura del contorno en que se celebra, el casco de Mondoñedo, declarado conjunto histórico artístico y una de las ciudades más bonitas de España… Así se ve la Semana Santa de Mondoñedo, lejos del folklore, la magnificencia, la rica imaginería que llena los grandes museos de escultura, que caracterizan a otras Semanas antas a lo largo y lo ancho de España. Lo que caracteriza a la de Mondoñedo es el silencio, solamente roto por el escaso tañer de las campanas y el sonido de las carracas en el oficio de tinieblas, cuando se celebraban. Así lo ha visto el Consello de la Xunta de Galicia que aprobó la declaración de la Semana Santa de Mondoñedo de Interés Turístico Gallego Así lo han visto, también, ilustres mindonienses que nos han dejado sus impresiones en distintas manifestaciones del arte que dominaban: la poesía, los relatos, la música, la pintura, la escultura, la fotografía… Esas imágenes son las que me gustaría presentarles esta tarde noche de la bucólica primavera mindoniense, que yo he disfrutado en los cuatro años que he estudiado en esta ciudad, y me gustaría hacerlo con los colores más vivos , aunque los de mi paleta se me antojan muy pálidos para tanta belleza
Excmo y Revdmo Sr. Obispo, Señor Presidente de La Orden Tercer Ilmo Sr. Alcalde, Ilmo .Sr Dean de La Catedral,…..
Todos, mejor que yo, conocen las procesiones y liturgias de la Semana santa de Mondoñedo, por haberlas vivido, a lo largo de los años, con fervor, recogimiento, meditando cada uno los pasos del duro y pedregoso camino de Cristo, cargado con la cruz hasta lo alto del Gólgota, desde la representación de su entrada triunfal en entre ramos y palmas a horcajadas de un jumento hasta la no menos triunfal vigilia de Pascua que evoca su resurrección gloriosa
Tratare de recordarle todos estos actos, echando mano de mis lecturas y recuerdos, evocando algunas situaciones de lo que ha sido la Semana Santa en el ayer lejano y próximo y su relación con el presente.