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“Feliz Día Mundial del Turismo”. Cheché Real

La hegemonía de nuestro país en materia turística es incuestionable, como también lo es la riqueza y variedad de opciones que oferta España a los millones de turistas que nos visitan año tras año. En 2024, más de 94 millones de visitantes disfrutaron de nuestras playas, de la oferta cultural, el patrimonio histórico, nuestros paisajes, la seguridad que ofrece el destino y nuestro estilo de vida, que tiene su epicentro en los bares, restaurantes, cafeterías, locales de ocio y sus terrazas. Este es el elemento diferencial con respecto a la propuesta turística de cualquier otro país del mundo; nuestra forma de socializar, esa cultura de bares que nos hace prolongar la sobremesa o improvisar encuentros y que tiene una vocación integradora. Hemos convertido nuestra forma de ser y divertirnos en un gancho para actividad turística.

Todo ello sobre la base de una excelente gastronomía, que se proyecta al exterior a través de la imagen de los grandes cocineros, embajadores de nuestra riqueza culinaria y que nos hacen ser referente a nivel mundial, pero que son la cúspide de una pirámide con una base muy sólida, compuesta por los más de 300.000 establecimientos que componen el sector y que se caracterizan en su conjunto por su alta calidad, y una gastronomía diversa en cada región, en cada comarca y en cada valle.

Según datos de Turespaña, la gastronomía escala posiciones año tras año entre las motivaciones principales de los turistas a la hora de elegir nuestro país. De hecho, en 2024 aumentó un 28%, y se debe a que los que nos vistan saben que en cualquier rincón van a disfrutar de una oferta gastronómica de alta calidad, independientemente de la categoría del establecimiento, y con el añadido de disfrutar de un ambiente que sólo se vive en la hostelería de nuestro país. Los datos respaldan la importancia de la hostelería dentro de la cadena de valor turística, donde supone casi el 66% del empleo turístico y el 40% del PIB que aporta el turismo a las arcas públicas.

Somos un país con una industria turística muy potente, que es motor económico y social en nuestro país, que ha sido siempre un revulsivo para el cambio y el progreso social. Según datos de Competur, la Alianza para la Excelencia del Turismo, cada millar de turistas recibidos propicia la creación de alrededor de 10 puestos de trabajo directos en el sector turístico, al tiempo que los flujos de viajeros influyen en positivo en el aumento de servicios básicos en los municipios, tales como centros educativos, culturales, farmacias o sucursales bancarias. El turismo, además es un importante factor de dinamización frente a la despoblación, y favorece la subsistencia de muchos municipios del entorno rural. Especialmente en un escenario en el que parece constatarse la ansiada desestacionalización del turismo, por la que tanto se ha trabajado, y estamos corrigiendo.

Aun así, no debemos eludir la reflexión sobre el modelo turístico que queremos para nuestro país en el corto y medio plazo, que permita una sostenibilidad económica, medioambiental y social de las ciudades. En ese Plan Estratégico del Turismo las Administraciones, en los diferentes estamentos, deben implicar a todos los agentes que forman parte del sector.

Superar la barrera de los 100 millones de visitantes está en el horizonte, pero el récord real que deberíamos buscar es el de la calidad. Seguir siendo líderes de una oferta turística marcada por la profesionalización, cualificación, innovación y competitividad, cuyo beneficio sea sostenible y redunde de manera positiva en cada uno de los destinos, y en la población que los habita. Este es el objetivo de las asociaciones representativas de la hostelería en los diferentes territorios, y los profesionales que las componen, que trabajan incansablemente por el crecimiento y competitividad del sector.

Cheché Real
Presidente de Hostelería y Turismo de Galicia

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