….Y llegó el agua de la lluvia. Tan necesaria para nuestro campo, nuestros ríos y fuentes este año. Y con los chubascos sabemos que la tierra dará sus frutos y que Galicia conservará su primoroso color verde que la hace tan atractiva a todos los turistas que nos visitan. Porque nuestra tierra gallega, además de tener como aliciente unas hermosísimas playas para disfrutarlas con sus arenales de finísima blancura, es cultura, es gastronomía, son fiestas y es la afabilidad y la dulzura del carácter de los gallegos.
Quienes visitan Galicia quedan prendados de tantas cosas admirables que repiten visita. Son sabedores que el agua es necesaria para mantener el color de nuestra Naturaleza que tantos y tan buenos productos nos ofrece, que es necesaria para que nuestro clima sea más benévolo que en otros puntos de España, que pueden participar con generosidad de nuestras fiestas comiendo nuestros opíparos manjares. Porque si algo tenemos en Galicia, además de todo lo dicho, es que el gallego sabe compartir, sabe ser elocuente, sabe ser buen anfitrión y acoge en sus convites a quienes se acerquen de buena fe.
Galicia es una tierra maravillosa, viva, con tradiciones ancestrales dignas de ser revividas, con una variedad culinaria extensísima, con unos parajes naturales dignos del Paraíso, y con unos gallegos que quieren a su tierra desde lo más profundo del corazón haciendo partícipes de ese amor a todos los que nos visitan.
Habrá quien no quiera que llueva, pero el agua es parte de la idiosincrasia gallega, y la mayoría de quienes acuden a Galicia no les importa que llueva porque saben que el agua y su murmullo son parte de nuestra cultura.
Rhodéa Blasón