Permítanme ser presumido. No hay mejor lugar que A Mariña. Y en su corazón late Cervo-Sargadelos. Y cuando digo esto, no sólo disfruto de playas, ensenadas, puertos naturales e islas con sirenas. Me estoy recreando con el paisaje de rincones como el valle del río Rúa o Xunco a su paso por el Souto de Cervo.
En octubre de 1876, Carlos Ibáñez, Alcalde de Cervo, partido judicial de Viveiro, provincia de Lugo, describe el sello y cuenta o justifica el origen y circunstancias del ciervo que aparece -hoy sería logotipo- como distintivo del territorio. Reza el documento: Descripción del sello. “Un puente y sobre él un ciervo y sobre éste una corona inutilizada”. Origen y circunstancias. “Sobre lo antes dicho, no existe en el archivo del Ayuntamiento documento alguno que acredite su procedencia”.
A partir de aquí y como siempre, en una tierra de encantamientos, la leyenda. “En remotos tiempos, a la señora del apartado lugar de Rueta, al borde del mar, se le apareció varias veces un ciervo atravesando las fragas, que buscaba el camino de Rúa de los Caballeros, pero observó que siempre se sentaba a descansar en las proximidades de Santa María – Cervo- “. Parece ser, que hasta 1868, las astas del ciervo llevaban corona, pero fue la Junta Revolucionario de Viveiro quien ordena la inutilización de tal corona.
Pues bien, en tal lugar hay hermosas casas de piedra, incluso un mágico Muiño con dos símbolos que saludan a la Santa Compaña: Una escultura de hueso de ballena, dedicada al Druida -Nando Blas- y la presencia protectora de San Pascual Bailón- onomástica o día das Letras Galegas- .
Y para regocijo agosteño, para noches con perfume de hortensias, en el centro del Souto, un espectáculo digno de los iniciados en la magia del teatro, ese que escribe, interpreta y transforman en mensaje social divirtiendo, Paco Piñeiro, Mari Paz, Copa, Mon, Patoso, Lola. Toda una vida dedicada a entretener con el hilo conductor de nuestra lengua y nuestros modos de ser y estar, como gallegos, en este mundo.
Por tal escenario, desfilan músicos, poetas, magos, gnomos, trasgos, duendes…Es decir, todos los seres maravillosos de aquel bosque que atravesaba el ciervo.
No sólo presumo. Me siento orgulloso de ser de aquí, un país que inspira a gentes como Paco Piñeiro y sus amigos. ¡Ah, se me olvidaba!. La relación coste-eficacia del espectáculo, comparada con “panoramas y combos”, también es mágica.