Mi solidaridad para todas las mujeres y hombres que padecen cáncer de mama. El 19 de octubre viene señalado en el calendario como el Día Mundial contra el Cáncer de Mama lo cual está muy bien desde el punto de vista de la salida a la calle de las asociaciones y enfermos recuperados para recaudar fondos, para ayudar anímicamente a quienes la padecen, además de para concienciar a todas las personas que ven esta enfermedad en la lejanía y que piensan que a ellas nunca les va a afectar. Ojalá así sea, pero aunque no nos aqueje a nosotros siempre tenemos en la familia o en el núcleo de amigos personas muy queridas que sí sufren este padecimiento. En este artículo quiero expresarle a todas las enfermas un canto de esperanza por los inmensos avances médicos que se han llevado a cabo en los estudios de los tumores mamarios que dan serenidad a quienes son diagnosticados de ellos gracias a la mejor tolerancia de los tratamientos, su menor agresividad y su mayor efectividad.
Está bien que exista un día de reivindicación, pero la lucha contra cualquier enfermedad y más contra el cáncer de mama debe ser diaria. Tenemos que vigilar nuestros senos siguiendo las atentas pautas que nos dan nuestros médicos, hacernos las revisiones pertinentes que han conseguido que sean descubiertos tantos tumores en sus fases más incipientes salvando así la vida de tantas mujeres y, sobre todo, no descuidándonos en lo que a vida sana se refiere. Disculpadme que en cuanto al cáncer de mama hable en femenino, pero he de recordaros que también afecta a los hombres, aunque con una incidencia mucho menor que con las féminas pero que deben seguir las mismas pautas de exploración que las mujeres.
Ante cualquier adversidad de la vida yo siempre os digo mis palabras mágicas: “Positividad y encarar la vida de frente como se presente”. Os lo dice alguien que ha estado a punto de perder su vida por una insidiosa enfermedad mortal que no me fue diagnosticada a tiempo, pero que luchando “cara a cara” con ella superé y aquí estoy intentando llenar vuestros corazones de mi empirismo, positividad y alegría, aunque haya momentos de desaliento que hay que vencer arropados por las familias que tan buen “trabajo de fondo” hacen con las enfermas.
No quiero dejar pasar este momento sin reivindicar a los altos estamentos médicos y políticos para que aporten dinero para continuar las labores de investigación en cualquier tipo de cáncer para que pronto sean superados todos por quienes los padecen. Los investigadores que tenemos en Galicia y en España son de los mejores a nivel mundial, tan solo necesitan medios económicos para seguir trabajando y estudiando en las líneas de indagación abiertas y en las que están por abrir.
Rhodéa Blasón.