He leído atentamente la carta que hace días envió a los medios de comunicación manifestando su preocupación por las coberturas sanitarias de los españoles en el extranjero, como es su caso.
Me gustaría que desde el principio entendiera que el propósito de esta carta es únicamente disipar alguna de las dudas, fruto seguramente de una falta de explicación suficiente, que pueda tener sobre estos aspectos, sin duda fundamentales en un Estado social como es el nuestro.
Y lo primero que le quiero aclarar es que, en contra de lo que piensa, cuando usted y su familia regresen a España, con o sin un empleo, tendrán desde el primer momento derecho a cobertura sanitaria a cargo de la Seguridad Social española. Puede estar segura de ello y espero que esto le tranquilice.
Ustedes, su familia, como bien explicaba en su carta, son residentes en Noruega ya que llevan viviendo en aquel país más de 6 meses. Parece lógico que cuando uno es residente en un país determinado, tiene un trabajo en ese país (al menos un miembro de la unidad familiar) y por lo tanto se encuentra en situación de alta en el sistema nacional de salud de ese país, sea éste el que se haga cargo de la prestación sanitaria de los residentes que cotizan y de los familiares con los que conviven. Así, de la misma manera que ustedes se encuentran protegidos por el sistema sanitario noruego, cuando un nacional de ese país nórdico viene a España, reside y trabaja en España, es la Seguridad Social española y no la noruega, la que le presta la asistencia sanitaria que precise él y toda la unidad familiar que resida con él. Se trata de un principio básico de corresponsabilidad: cada sistema sanitario se hace cargo de la prestación sanitaria de aquellas personas y sus familiares que sean residentes y se encuentren de alta en su sistema.
La situación que le acabo de describir no es nueva, sino que se reguló hace diez años a través de la Directiva 2004/38/CE, relativa al derecho de los ciudadanos de la Unión y de los miembros de sus familias a circular y residir libremente y que se aplica a los países del llamado Espacio Económico Europeo -EEE- al que pertenece Noruega. En esta norma se distinguen dos tipos de estancia en países distintos al de origen, según se trate de estancias inferiores o superiores a tres meses, esto es, los famosos 90 días. Las estancias inferiores a 90 días son absolutamente libres, no se precisa ningún tipo de requisito o autorización, y la cobertura sanitaria corre a cargo del sistema de origen, en su caso la Seguridad Social española. Por el contrario, y esto quizá sea desconocido por la mayoría, cuando la estancia se extiende más allá de esos tres meses el ciudadano de un país miembro ha de encontrarse en alguna de estas dos situaciones para que su estancia sea considera correcta legalmente y se considere por tanto residente legal en el país de destino: 1) O bien se encuentra en situación laboral activa, por cuenta propia o ajena, y por lo tanto con cobertura sanitaria en el país de destino por aplicación del principio de corresponsabilidad antes indicado. 2) O bien habrá de acreditar que posee medios suficientes para establecerse en aquel país de forma que no precise de los servicios sociales del país de destino (entre otras cosas un seguro médico privado).
Por último, y sin entrar en consideraciones políticas porque no es ese el objeto de esta carta y sus opiniones políticas suyas son y a mi no me incumben, le haré una última reflexión al respecto del sistema de pensiones de Noruega que usted califica como “el mejor del mundo”. Vaya por delante que no tengo suficiente conocimiento del sistema noruego para negarle las bondades que proclama, pero sí le puedo asegurar que no tienen la misma opinión los marineros españoles, en su mayoría gallegos, que trabajaron en su día en barcos de bandera Noruega (principalmente bacaladeros), y ahora ven como Noruega les niega el derecho a percibir la pensión correspondiente o siquiera a devolverles las cotizaciones realizadas.
Quisiera, como le decía al principio, que estas líneas hayan logrado tranquilizarla. Les deseo lo mejor. Suerte.
Jaime de Olano Vela
Diputado Nacional y Concejal Ayto Viveiro